En los últimos tiempos, con el problema de muchas
economías de Europa golpeadas por la recesión y por el ahogo financiero, muchos
de nosotros los argentinos charlando con españoles dábamos nuestra modesta
opinión trazando una equivalencia con los problemas que soportamos en el 2001
debido a las políticas implantadas por el neoliberalismo y antes de que termináramos
con nuestros argumentos recibíamos como respuesta que eso a ellos no podía
pasarles porque eran países desarrollados que pertenecían a Europa y nosotros éramos
países de cuarta. A partir de la nacionalización de las acciones de Repsol en
YPF pasamos de ser un país de cuarta a ser una República Bananera.
Para la mayoría de los españoles América Latina es un
conglomerado de países de cuarta y
aquellos que defienden su soberanía ya sea territorial como económica
(caso Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador, etc.) pasamos a ser además
Repúblicas Bananeras.
Me gustaría informales que estos países de cuarta y
especialmente estas Repúblicas Bananeras aportan en un porcentaje significativo
a la alimentación mundial y a la energía requerida por el mismo, incluida la de
varios países desarrollados y que podrían satisfacer las necesidades de alimentación
y agua potable del mundo entero durante varias centurias.
Claro que poseer recursos no implica desarrollo; pero
lo que les duele precisamente es eso, que estemos llevando a cabo políticas
tendientes al desarrollo. Les duele que ya no exportemos tanta materia prima,
que ahora esos alimentos se exporten en un porcentaje significativo en forma de
productos terminados (Véase informe al pie). Les duele nuestra
industrialización, les duele nuestro avance tecnológico, les duele la defensa
de nuestros recursos. Y por qué les duele? Les duele por su espíritu
colonialista, les duele porque no es lo mismo recibir insumos a precios
irrisorios y devolvérnoslos en forma de productos terminados a precios viles
que tener que comprar esos productos ya terminados a precio de mercado.
Realmente lo que anhelan es que seamos repúblicas bananeras, porque así recibirían
solo insumos sin un ápice de valor agregado.
Ahora claro hay otras cosas que hacen a un país
desarrollado y que lo diferencian de un país de cuarta. Por ejemplo un país de
cuarta permite el libre ingreso a ciudadanos del mundo y garantiza que tengan acceso a la salud, a
la educación y les brinda las mismas posibilidades que a sus ciudadanos,
mientras que un país desarrollado pone todas las trabas que puedan existir para
garantizar que ninguna persona que entre en calidad de turista se vaya a quedar
radicando en el mismo. Claro que esas trabas se flexibilizarán al mínimo cuando
ese país desarrollado necesite mano de obra calificada o barata para sus
intereses.
Un país desarrollado se arroga el derecho de ser policía
del mundo y declarar patrimonio de la humanidad todo aquello que pueda ser de
utilidad trascendental para su subsistencia, como así también se arroga el
derecho de decidir que gobernante es dictatorial o pernicioso sin respetar la
autodeterminación de los pueblos. En cambio un país de cuarta solo exige la soberanía
sobre sus territorios y sus recursos sin ingerir jamás en la política interna o
los recursos de otros países.
Un país desarrollado cuando uno de cuarta está en
apremios lo ayuda enviando los rezagos y los productos vencidos que no sabe cómo
descartar en el mismo, o le da asistencia financiera a intereses usurarios imponiéndole
condiciones de cómo y en que usarlos. Un país de cuarta cuando otro está en
apremios le envía alimentos de primera calidad brindándole el tiempo que sea
necesario para pagar los mismos con los más bajos intereses o le da asistencia
financiera sin poner condicionamientos de cómo o en que usarlos.
Un país desarrollado subsidia productos e industrias
para equilibrar su balanza de pagos y así no permitir el ingreso de productos
importados. Un país de cuarta analiza las importaciones y permite que ingresen
aquellas que no están sobre o subfacturadas para posibilitar a la producción
nacional condiciones equitativas.
Una república bananera toma todas las medidas
conducentes a asegurar los intereses del capital que entra para trabajar
reinvirtiendo una parte significativa de sus ganancias en la misma. En una república
bananera no hay cabida para el capital especulativo o al menos a eso se tiende.
En un país desarrollado últimamente manda el capital especulativo.
La verdad que sí somos un país de cuarta y una
república bananera, pero ahora que he analizado que es un país desarrollado déjenme
decirle: "Estoy orgulloso de pertenecer a un país de cuarta y a mi
amada república bananera"
Informe
sobre recursos alimenticios y reservas de agua potable
Brasil es el segundo productor mundial de soja con 74
millones de toneladas al año, seguido de Argentina con 50 millones de toneladas
al año. Entre ambos suman 124 millones de toneladas frente a 120 millones de
toneladas que produce el resto del mundo.En cuanto a la exportación mundial de granos de soja Argentina es el segundo exportador a nivel mundial y Brasil el tercero.
Con respecto a la exportación mundial de aceite de soja Argentina es el primer exportador a nivel mundial y Brasil el segundo.
En la producción mundial de harina de soja Argentina vuelve a ser el primer exportador quedándose como en el caso anterior con más del 50% de las exportaciones globales y Brasil pasa a ser el segundo exportador con un 24% de las exportaciones globales.
En cuanto a la exportación de trigo Argentina es el cuarto exportador a nivel mundial con 10 millones de toneladas y Brasil el octavo con 2,5 millones de toneladas.
Además Argentina ha exportado un millón de toneladas en productos terminados derivados del trigo como harinas y pastas secas.
Con respecto a la producción mundial de maíz Brasil ocupa el tercer lugar con 61 millones de toneladas y Argentina el cuarto con 26 millones de toneladas.
En lo que hace a la exportación de maíz Argentina ocupa el segundo lugar con 15 millones de toneladas (siendo un porcentaje significativo exportado como harina de maíz) y Brasil ocupa el tercer lugar con 11,5 millones de toneladas.
Con respecto a la exportación de arroz Brasil ocupa el sexto lugar, Uruguay el octavo y Argentina el décimo lugar.
Con respecto a la avena Chile ocupa el cuarto lugar en exportaciones a nivel mundial, mientras Brasil y Argentina comparten el sexto lugar. En todos los casos un porcentaje significativos de esas producciones se efectúa en harinas y productos terminados.
Con respecto al girasol Argentina es el tercer productor a nivel mundial con 2,44 millones de toneladas.
En lo que hace a la exportación de girasol Argentina es él ocupa el noveno lugar y Uruguay el décimo lugar a nivel mundial. Mientras que en el caso de exportación de aceites de girasol Argentina ocupa el séptimo lugar a nivel mundial.
Con respecto a las reservas mundiales de agua dulce, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay comparten la tercera reserva de agua en importancia a nivel mundial que es el acuífero Guaraní. Esta reserva puede abastecer a la totalidad de la población mundial por más de 200 años. A su vez la cuarta reserva de agua se sitúa en los glaciares patagónicos compartidos por Argentina y Chile. Constituyendo así en América del Sur con estas dos reservas y otras de menor importancia la cuarta parte de las reservas mundiales de agua.