jueves, 22 de noviembre de 2012

Carta a CFK de los olvidados


Estimada Cristina, somos un grupo bastante numeroso que si bien se podría clasificar dentro de la clase media, nos diferenciamos de ella en el hecho de saber muy bien que nuestros intereses están mas cerca de las clases humildes y desposeídas y que todo lo que se haga por ellas redundará tarde o temprano en nuestro beneficio. También somos conscientes de todo lo bueno y positivo que ha hecho este gobierno en pos de una reactivación económica y de una mejor distribución de los ingresos. A pesar de eso, como no tenemos el poder económico de otros grupos o clases sociales y tampoco tenemos la organización social de otras clases más bajas, nos sentimos los olvidados. Somos una gran masa que todos los días trabajamos durísimo (muchas veces más de 12 horas diarias) y por lo tanto no tenemos tiempo para organizarnos política ni socialmente. En muchos casos trabajamos por nuestra cuenta (monotributistas), en otros trabajamos en dos empresas distintas para poder forjarnos un futuro un poquito mejor lo cual no nos deja tiempo para organizarnos en  un movimiento social.

Y por qué decimos que nos sentimos los olvidados? Porque cuando ocurren acontecimientos como los del próximo pasado 29 de octubre en los que un temporal de lluvia inunda nuestros modestos hogares y automóviles llevándose una gran parte de las cosas que con tanto esfuerzo logramos conseguir nadie se acerca para darnos una explicación, para ver que necesitamos y para brindarnos un mínimo de apoyo.

Asimismo nos sentimos olvidados porque las obras de mantenimiento y ya no digo de construcción de nueva infraestructura son inexistentes. Y digo esto por que en mí caso particular y en el de otros muchos que vivimos en la zona durante 30 años gracias al entubamiento de un arroyo cercano dejamos de padecer el flagelo de las inundaciones, pero luego de la realización de esta obra nunca se efectuó un mantenimiento de la misma y desde el 2000 en adelante hemos vuelto a padecer el mismo.

Ante acontecimientos similares los grupos de fuerte concentración económica como el agro logran quitas y hasta la excepción del impuesto inmobiliario y numerosos beneficios impositivos y sobre todo la realización de obras para impedir que estos sucesos se repitan nuevamente, otros simple e impunemente construyen compuertas en los entubamientos existentes para evitar el anegamiento de sus propiedades, por otro lado los grupos de escasos recursos económicos logran ayudas monetarias y materiales.

En nuestro caso solo nos queda empezar de nuevo, nadie se nos acerca. Las respuestas de las autoridades son nulas e inexistentes.

Nos gustaría que ante acontecimientos como los descriptos las autoridades se nos acercasen, nos brindaran las explicaciones del caso, contar con una mínima ayuda como la exención de impuestos y la obtención de una obra social gratuita durante un tiempo prudente para quien lo necesitase y una asistencia crediticia a una tasa preferencial para poder recuperar lo perdido. Nos gustaría sentirnos contenidos.


Pertenecemos a la clase media baja, apoyamos a este modelo, pero además de apoyarlo nos gustaría sentirnos parte de él.

Por otra parte Cristina, queremos dejar bien en claro que no nos sentimos usados por este modelo, que sabemos muy bien que gracias a él hemos podido volver a comenzar cada vez que un desastre de estas magnitudes nos acosa, pero sí nos sentimos olvidados. Nos gustaría que cuando estas cosas suceden los funcionarios no estén nada mas que junto a los grupos económicos pudientes o haciendo acto de presencia en las villas, sino que también recorran nuestros barrios y que recojan nuestras necesidades para así poder tener además de nuestro apoyo el sentido de pertenencia a este modelo.

Sabemos de su capacidad para actuar frente a los hechos consumados y ante los reclamos justificados, solo esperamos ahora que esa capacidad se amplíe a la prevención de los hechos y a actuar también para quienes no reclaman y solo esperan justicia y equidad.

Por ahora simplemente nos gustaría saber que hemos sido escuchados y que seremos tenidos en cuenta para la siguiente vez. Estamos seguros que en caso de leernos así será. Desde ya muchas gracias.

domingo, 6 de mayo de 2012

Países desarrollados y países de cuarta


En los últimos tiempos, con el problema de muchas economías de Europa golpeadas por la recesión y por el ahogo financiero, muchos de nosotros los argentinos charlando con españoles dábamos nuestra modesta opinión trazando una equivalencia con los problemas que soportamos en el 2001 debido a las políticas implantadas por el neoliberalismo y antes de que termináramos con nuestros argumentos recibíamos como respuesta que eso a ellos no podía pasarles porque eran países desarrollados que pertenecían a Europa y nosotros éramos países de cuarta. A partir de la nacionalización de las acciones de Repsol en YPF pasamos de ser un país de cuarta a ser una República Bananera.
Para la mayoría de los españoles América Latina es un conglomerado de países de cuarta y  aquellos que defienden su soberanía ya sea territorial como económica (caso Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador, etc.) pasamos a ser además Repúblicas Bananeras.

Me gustaría informales que estos países de cuarta y especialmente estas Repúblicas Bananeras aportan en un porcentaje significativo a la alimentación mundial y a la energía requerida por el mismo, incluida la de varios países desarrollados y que podrían satisfacer las necesidades de alimentación y agua potable del mundo entero durante varias centurias.

Claro que poseer recursos no implica desarrollo; pero lo que les duele precisamente es eso, que estemos llevando a cabo políticas tendientes al desarrollo. Les duele que ya no exportemos tanta materia prima, que ahora esos alimentos se exporten en un porcentaje significativo en forma de productos terminados (Véase informe al pie). Les duele nuestra industrialización, les duele nuestro avance tecnológico, les duele la defensa de nuestros recursos. Y por qué les duele? Les duele por su espíritu colonialista, les duele porque no es lo mismo recibir insumos a precios irrisorios y devolvérnoslos en forma de productos terminados a precios viles que tener que comprar esos productos ya terminados a precio de mercado. Realmente lo que anhelan es que seamos repúblicas bananeras, porque así recibirían solo insumos sin un ápice de valor agregado.

Ahora claro hay otras cosas que hacen a un país desarrollado y que lo diferencian de un país de cuarta. Por ejemplo un país de cuarta permite el libre ingreso a ciudadanos del mundo  y garantiza que tengan acceso a la salud, a la educación y les brinda las mismas posibilidades que a sus ciudadanos, mientras que un país desarrollado pone todas las trabas que puedan existir para garantizar que ninguna persona que entre en calidad de turista se vaya a quedar radicando en el mismo. Claro que esas trabas se flexibilizarán al mínimo cuando ese país desarrollado necesite mano de obra calificada o barata para sus intereses.

Un país desarrollado se arroga el derecho de ser policía del mundo y declarar patrimonio de la humanidad todo aquello que pueda ser de utilidad trascendental para su subsistencia, como así también se arroga el derecho de decidir que gobernante es dictatorial o pernicioso sin respetar la autodeterminación de los pueblos. En cambio un país de cuarta solo exige la soberanía sobre sus territorios y sus recursos sin ingerir jamás en la política interna o los recursos de otros países.

Un país desarrollado cuando uno de cuarta está en apremios lo ayuda enviando los rezagos y los productos vencidos que no sabe cómo descartar en el mismo, o le da asistencia financiera a intereses usurarios imponiéndole condiciones de cómo y en que usarlos. Un país de cuarta cuando otro está en apremios le envía alimentos de primera calidad brindándole el tiempo que sea necesario para pagar los mismos con los más bajos intereses o le da asistencia financiera sin poner condicionamientos de cómo o en que usarlos.

Un país desarrollado subsidia productos e industrias para equilibrar su balanza de pagos y así no permitir el ingreso de productos importados. Un país de cuarta analiza las importaciones y permite que ingresen aquellas que no están sobre o subfacturadas para posibilitar a la producción nacional condiciones equitativas.

Una república bananera toma todas las medidas conducentes a asegurar los intereses del capital que entra para trabajar reinvirtiendo una parte significativa de sus ganancias en la misma. En una república bananera no hay cabida para el capital especulativo o al menos a eso se tiende. En un país desarrollado últimamente manda el capital especulativo.

La verdad que sí somos un país de cuarta y una república bananera, pero ahora que he analizado que es un país desarrollado déjenme decirle: "Estoy orgulloso de pertenecer a un país de cuarta y a mi amada república bananera"


Informe sobre recursos alimenticios y reservas de agua potable
Brasil es el segundo productor mundial de soja con 74 millones de toneladas al año, seguido de Argentina con 50 millones de toneladas al año. Entre ambos suman 124 millones de toneladas frente a 120 millones de toneladas que produce el resto del mundo.

En cuanto a la exportación mundial de granos de soja Argentina es el segundo exportador a nivel mundial y Brasil el tercero.

Con respecto a la exportación mundial de aceite de soja Argentina es el primer exportador a nivel mundial y Brasil el segundo.

En la producción mundial de harina de soja Argentina vuelve a ser el primer exportador quedándose como en el caso anterior con más del 50% de las exportaciones globales y Brasil pasa a ser el segundo exportador con un 24% de las exportaciones globales.

En cuanto a la exportación de trigo Argentina es el cuarto exportador a nivel mundial con 10 millones de toneladas y Brasil el octavo con 2,5 millones de toneladas.

Además Argentina ha exportado un millón de toneladas en productos terminados derivados del trigo como harinas y pastas secas.

Con respecto a la producción mundial de maíz Brasil ocupa el tercer lugar con 61 millones de toneladas y Argentina el cuarto con 26 millones de toneladas.

En lo que hace a la exportación de maíz Argentina ocupa el segundo lugar con 15 millones de toneladas (siendo un porcentaje significativo exportado como harina de maíz) y Brasil ocupa el tercer lugar con 11,5 millones de toneladas.

Con respecto a la exportación de arroz Brasil ocupa el sexto lugar, Uruguay el octavo y Argentina el décimo lugar.

Con respecto a la avena Chile ocupa el cuarto lugar en exportaciones a nivel mundial, mientras Brasil y Argentina comparten el sexto lugar. En todos los casos un porcentaje significativos de esas producciones se efectúa en harinas y productos terminados.

Con respecto al girasol Argentina es el tercer productor a nivel mundial con 2,44 millones de toneladas.

En lo que hace a la exportación de girasol Argentina es él ocupa el noveno lugar y Uruguay el décimo lugar a nivel mundial. Mientras que en el caso de exportación de aceites de girasol Argentina ocupa el séptimo lugar a nivel mundial.

Con respecto a las reservas mundiales de agua dulce, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay comparten la tercera reserva de agua en importancia a nivel mundial que es el acuífero Guaraní. Esta reserva puede abastecer a la totalidad de la población mundial por más de 200 años. A su vez la cuarta reserva de agua se sitúa en los glaciares patagónicos compartidos por Argentina y Chile. Constituyendo así en América del Sur con estas dos reservas y otras de menor importancia la cuarta parte de las reservas mundiales de agua.

sábado, 25 de febrero de 2012

Dolor, bronca, indignación y culpa


Hacía rato no posteaba, no había mucho que decir, ¿o sí?

Las cosas transcurrían por el rumbo de los últimos tiempos, iguales.

Sin cambios, y los que se vislumbraban no iban en el sentido que hubiese deseado, eran más que nada un retroceso; como la eliminación de los subsidios.  Realmente hubiese preferido que se mantuviesen  esos subsidios, pero no como subsidios a empresas privadas, sino como un subsidio a la clase trabajadora. Como un subsidio proveniente de empresas en mano del Estado que nunca debió perder el control de los medios estratégicos del país (electricidad, petróleo, minería, energía, transporte de pasajeros, comunicaciones, etc.) Definitivamente hubiese preferido que se mantuviesen esos subsidios y que los fondos para esos subsidios proviniesen de esas empresas que ganan fortunas y que por el mero hecho de que podemos abonarlos nos cobran en moneda constante entre el 45% y el 120% más sobre el mismo artículo producido en nuestro país que lo que lo venden en otro país.

Claro, hoy después de lo sucedido,  muchos oportunistas de siempre dirían y ¿para qué mantenerlos? ¿Para qué estatizar? Sí no son capaces de controlar lo que concesionan.

Y entonces hoy tengo mucho dolor, mucha  tristeza, mucha bronca, mucha indignación y mucha culpa.

 Tengo mucho dolor por las 51 personas que ya no están y por los cientos que quedarán con secuelas psicológicas de haber pasado por esa tragedia.

Tengo mucha bronca por como aprovechan y aprovecharán este episodio los carroñeros de siempre para sacar rédito personal, para desacreditar a quien ha hecho algo por los más desprotegidos, aunque ellos también se hallan beneficiado por esas políticas.

Tengo mucha indignación por esos funcionarios corruptos, que no faltan en ningún gobierno, que no cumplen con sus obligaciones (ya sea para sacar beneficio personal o ya sea por desidia) o por esos otros funcionarios que con tal de salvar su pellejo apelan a frases tan estúpidas como las que hemos oído de boca de Schiavi.

 Por último siento mucha culpa. Culpa como individuo y culpa como integrante de una sociedad.

Culpa como individuo por no haber posteado acerca de las cosas que no me gustaban del gobierno; por haber omitido, muchas veces, el reclamo ante entes o empresas que abusaban de mí en calidad de usuario o consumidor.

Culpa como integrante de una sociedad, donde un día somos “capaces” de quemar un tren porque no sale por problemas técnicos o de destruir instalaciones por medidas o situaciones que atentan contra nuestros derechos y a los pocos días olvidarnos de lo sucedido. Yo sé que hay agitadores profesionales, lo sé, pero nuestro deber  es señalarlos, es no seguirles el juego, dejarlos solos y al descubierto.



Culpa por una sociedad donde todo el mundo despotrica contra la corrupción en general, pero cuando conocen casos puntuales no solo no los denuncian sino que los ponen como ejemplos dignos de admirar.

Culpa como integrante de una sociedad por no cuidar el patrimonio social, por no velar por el mantenimiento de las cosas públicas, como el mero hecho de cuidar la limpieza de las ciudades, de señalar a quien no lo hace, de no cuidar el transporte público, de no señalar a quien corta un asiento o graba un pupitre.

Culpa por no cumplir con nuestras obligaciones, con no respetar la vida ajena. Con solo estar comprometidos con nuestros intereses.

Yo sé muy bien que eso vino de la mano con este sistema perverso del neoliberalismo donde prepondera el individualismo sobre el colectivo, donde la solidaridad es una palabra que ya no existe.

Lo sé. Y ahora qué?

Ahora cada uno a afrontar sus culpas y a cumplir con sus obligaciones y a exigir sus derechos.

Ahora de una vez por todas a no olvidarnos de lo pasado, a que esas 51 víctimas sirvan de experiencia.

Ahora a esperar que el gobierno tome las medidas correspondientes como lo ha venido haciendo y en el caso de que no lo haga a reclamárselo.

Sigo confiando en la capacidad de mi presidenta y espero que tome las medidas adecuadas para que quienes hayan tenido responsabilidad reciban su condena y para que este hecho no se vuelva a repetir.

Con más calma y con más datos espero postear en los próximos días sobre el accidente, sobre la falta de control, sobre responsabilidades y todo lo que a los ferrocarriles atañe.

Y PARA QUE NADIE SE PRENDA SOBRE ESTO, SIGO Y SEGUIRE APOYANDO UN MODELO QUE HA MEJORADO NOTABLEMENTE LA ECONOMIA Y LA SOBERANIA DE MÍ PAÍS. SEÑALAR ERRORES, MARCAR DISCREPANCIAS NO ES ESTAR EN LA VEREDA DE ENFRENTE, ES AYUDAR A CREAR UN MODELO CADA VEZ MAS EQUITATIVO Y SUPERADOR.