Hacía rato no posteaba, no había mucho
que decir, ¿o sí?
Las cosas transcurrían por el
rumbo de los últimos tiempos, iguales.
Sin cambios, y los que se
vislumbraban no iban en el sentido que hubiese deseado, eran más que nada un
retroceso; como la eliminación de los subsidios. Realmente hubiese preferido que se
mantuviesen esos subsidios, pero no como
subsidios a empresas privadas, sino como un subsidio a la clase trabajadora.
Como un subsidio proveniente de empresas en mano del Estado que nunca debió
perder el control de los medios estratégicos del país (electricidad, petróleo, minería,
energía, transporte de pasajeros, comunicaciones, etc.) Definitivamente hubiese
preferido que se mantuviesen esos subsidios y que los fondos para esos
subsidios proviniesen de esas empresas que ganan fortunas y que por el mero
hecho de que podemos abonarlos nos cobran en moneda constante entre el 45% y el
120% más sobre el mismo artículo producido en nuestro país que lo que lo venden
en otro país.
Claro, hoy después de lo
sucedido, muchos oportunistas de siempre
dirían y ¿para qué mantenerlos? ¿Para qué estatizar? Sí no son capaces de
controlar lo que concesionan.
Y entonces hoy tengo mucho dolor,
mucha tristeza, mucha bronca, mucha
indignación y mucha culpa.
Tengo mucho dolor por las 51 personas que ya
no están y por los cientos que quedarán con secuelas psicológicas de haber
pasado por esa tragedia.
Tengo mucha bronca por como
aprovechan y aprovecharán este episodio los carroñeros de siempre para sacar
rédito personal, para desacreditar a quien ha hecho algo por los más
desprotegidos, aunque ellos también se hallan beneficiado por esas políticas.
Tengo mucha indignación por esos
funcionarios corruptos, que no faltan en ningún gobierno, que no cumplen con
sus obligaciones (ya sea para sacar beneficio personal o ya sea por desidia) o
por esos otros funcionarios que con tal de salvar su pellejo apelan a frases
tan estúpidas como las que hemos oído de boca de Schiavi.
Por último siento mucha culpa. Culpa como
individuo y culpa como integrante de una sociedad.
Culpa como individuo por no haber
posteado acerca de las cosas que no me gustaban del gobierno; por haber
omitido, muchas veces, el reclamo ante entes o empresas que abusaban de mí en
calidad de usuario o consumidor.
Culpa como integrante de una
sociedad, donde un día somos “capaces” de quemar un tren porque no sale por
problemas técnicos o de destruir instalaciones por medidas o situaciones que
atentan contra nuestros derechos y a los pocos días olvidarnos de lo sucedido. Yo
sé que hay agitadores profesionales, lo sé, pero nuestro deber es señalarlos, es no seguirles el juego,
dejarlos solos y al descubierto.
Culpa por una sociedad donde todo
el mundo despotrica contra la corrupción en general, pero cuando conocen casos
puntuales no solo no los denuncian sino que los ponen como ejemplos dignos de
admirar.
Culpa como integrante de una
sociedad por no cuidar el patrimonio social, por no velar por el mantenimiento
de las cosas públicas, como el mero hecho de cuidar la limpieza de las
ciudades, de señalar a quien no lo hace, de no cuidar el transporte público, de
no señalar a quien corta un asiento o graba un pupitre.
Culpa por no cumplir con nuestras
obligaciones, con no respetar la vida ajena. Con solo estar comprometidos con nuestros
intereses.
Yo sé muy bien que eso vino de la
mano con este sistema perverso del neoliberalismo donde prepondera el
individualismo sobre el colectivo, donde la solidaridad es una palabra que ya
no existe.
Lo sé. Y ahora qué?
Ahora cada uno a afrontar sus
culpas y a cumplir con sus obligaciones y a exigir sus derechos.
Ahora de una vez por todas a no
olvidarnos de lo pasado, a que esas 51 víctimas sirvan de experiencia.
Ahora a esperar que el gobierno
tome las medidas correspondientes como lo ha venido haciendo y en el caso de
que no lo haga a reclamárselo.
Sigo confiando en la capacidad de
mi presidenta y espero que tome las medidas adecuadas para que quienes hayan
tenido responsabilidad reciban su condena y para que este hecho no se vuelva a
repetir.
Con más calma y con más datos
espero postear en los próximos días sobre el accidente, sobre la falta de
control, sobre responsabilidades y todo lo que a los ferrocarriles atañe.
Y PARA QUE NADIE SE PRENDA SOBRE
ESTO, SIGO Y SEGUIRE APOYANDO UN MODELO QUE HA MEJORADO NOTABLEMENTE LA
ECONOMIA Y LA SOBERANIA DE MÍ PAÍS. SEÑALAR ERRORES, MARCAR DISCREPANCIAS NO ES
ESTAR EN LA VEREDA DE ENFRENTE, ES AYUDAR A CREAR UN MODELO CADA VEZ MAS
EQUITATIVO Y SUPERADOR.
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