lunes, 9 de diciembre de 2013

jueves, 21 de noviembre de 2013

América invertebrada

 

El domingo pasado apareció un artículo en el diario El País de España reproducido por el diario El Comercio del Perú del expresidente del Uruguay Julio María Sanguinetti sobre los intentos de integración de América Latina, el cual transcribo a continuación y que trataré de analizar al final de la transcripción.

 

“Parafraseando a Ortega, bien cabe este título para nuestra América Latina, que cuanto más proclama su integración y más organismos crea, menos parece –de verdad- re vertebrarse. Varias divisiones transversales van creando un entramado confuso de instituciones superpuestas, de orígenes circunstanciales, que no superan los particularismos nacionales.

Empecemos por la Unasur, una construcción política en la que se deja fuera a México y América Central. El ya más que centenario concepto de América Latina se abandonó de un plumazo en nombre de una identidad sudamericana inexistente. ¿Cuál es el valor cultural o político que separa a México de Colombia o Argentina? ¿Es más cercana a esa identidad Surinam, que se ha incorporado a la Unasur? Cuando hablamos de la cultura hispánica, frente a la americana anglosajona en el norte, ¿leemos autores rioplatenses o a Carlos Fuentes o a Octavio Paz? Se invoca su TLC con Estados Unidos, como si no tuvieran esos tratados de liberalización comercial países como Chile y Colombia.

La CELAC fue pensada para integrar a toda la comunidad latinoamericana. Aquí si entran México y todo el Caribe, desde Cuba hasta Barbados. Son 33 países sin identidad cultural clara y que simplemente procuran constituir una especie de OEA, pero sin Estados Unidos.

Viejas estructuras sobreviven al mismo tiempo. La Aladi se imaginó en su época -1960 – como un proyecto amplio de liberalización comercial. Fue construyendo un interesante tejido jurídico hasta que la velocidad del más lento le fue quitando revoluciones.

Por otro lado, desde 1975, el Sela intenta coordinar políticas económicas de 28 países, con resultados académicamente interesantes, pero políticamente irrelevantes.

Por cierto, no pueden olvidarse los intentos regionales. El Mercosur nació en 1991 con un enorme impulso político, emanado de la restauración democrática de la región: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay comenzaron un vigoroso proceso de liberalización comercial, sobre la idea de un regionalismo abierto, que generara una economía de escala para competir internacionalmente. Los primeros ocho años fueron estimulantes, hasta que la inesperada devaluación brasileña de 1999, que desacomodó a los socios, puso en evidencia la asimetría del intento, con un Brasil que es el 75% del PBI regional. Desde entonces, el proceso ha seguido un camino pedregoso. Últimamente, se llegó a suspender de forma temporal a Paraguay, de modo arbitrario e irregular, y de igual modo se incorporó a Venezuela, que es más un obstáculo que un aporte por las características estatales de su comercio y su discurso radical en política exterior. Entre otros conflictos, Brasil ha formulado severos reclamos a Argentina, cuyas importaciones son discrecionalmente manejadas por un solitario zar que dispone que mercadería entra.

Desde 1969 está también la Comunidad Andina, que no integra Chile –nada menos- y que no registra sintonía entre sus miembros. Lo más rescatable de esa región es la Corporación Andina de Fomento, un banco muy dinámico, que ha ampliado su radio de acción, tiene incluso socios extra continentales y financia con eficacia proyectos de desarrollo.

Recientemente, al amparo de nuevas realidades políticas, nos encontramos con el ALBA que, impulsada por Chávez desde Venezuela, ha reunido los gobiernos populistas de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente, Antigua y Bermuda, además del comunismo monárquico de Cuba, conducido desde 1959 por la familia Castro.

En otro orden y con otro signo, irrumpe con fuerte impacto la Alianza del Pacífico: México, Colombia, el Perú y Chile, y –en vías de incorporarse Costa Rica y Panamá-. Son países que tienen tratados de libre comercio con EEUU y ostentan economías dinámicas. Estos días, durante las sesiones de la Asamblea de Naciones Unidas, sus presidentes reunieron a 250 empresarios, entusiasmados con el impulso de un proyecto que mira hacia el Pacífico, motor de la economía mundial. Esta alianza representa el 33% de la población latinoamericana, el 34% de su PBI, pero el 53% de su exportación, lo que mide su nivel de apertura. Sus acuerdos han merecido cuestionamientos de los países del ALBA, especialmente Ecuador, vecino de todos ellos.

En la distancia, los miembros del Mercosur rumian su preocupación. Brasil es el líder natural del grupo y, pese a su peso específico, no muestra hoy la dinámica económica esperada. Además, da la impresión que no logra disciplinar a Argentina ni armonizar la retórica venezolana.

Populismo o democracia, economías abiertas o cerradas… Después de ocho años de bonanza internacional, con precios elevados de exportación e intereses bajos, persisten ahora los viejos dilemas. A los que ahora le agregamos una nueva y profunda grieta entre Atlántico y Pacífico. ¿El tiempo la cerrará o la irá ahondando?”

 
Si bien coincido con el autor en que hay una brecha entre los países que integran América Latina - brecha que se da en la concepción con que los mismos abordan su política económica – no coincido en la acepción con la que denomina esa brecha, como si la cosa estuviese planteada entre populismo y democracia.
 
Antes que nada quiero subrayar que los países que el tilda como populistas no están reñidos para nada con la democracia, dado que en la generalidad de los casos sus gobernantes fueron elegidos – y en muchos casos por una amplia mayoría de votantes – por sus pueblos. Pareciera ser que para muchas personas el concepto de democracia está ligado con lo que una pequeña minoría iluminada desea para su país. De todo lo que expresan se deduce que son partidarios del voto calificado – ¿calificado por quién? ¿Calificado en base a qué premisas?- y que la voluntad de la mayoría de los habitantes de una nación no cuenta para nada.
 Dicho esto quiero referirme a lo que él tilda de populista. ¿Se puede tildar de populistas medidas que se extienden más allá del tiempo que dure una gestión de gobierno y que alcanzan a la totalidad de la población sin importar el color político de los beneficiarios?  ¿Se pueden tildar de populistas medidas que en la mayoría de los casos son factor de activación de la economía? ¿O lo que las hace populistas para él y para la mayoría de los que emplean este vocablo, es el hecho que vayan dirigidas a los sectores más vulnerables de la sociedad? Claro está es democrático y no es populista para el autor por lo que se desprende de su lectura el repartir despensas con alimentos o materiales de construcción condicionando su entrega a que el partido que los ofrece gane las elecciones (como el caso de México) o entregando una zapatilla antes de la votación y condicionando la entrega de la otra a los resultados de una elección (como sucedió en Argentina en las épocas en que seguramente el autor del artículo diría que había un gobierno democrático en la misma).
 
Por otro lado de esta lectura se puede apreciar que para el autor el mayor grado de impacto de los distintos organismos creados en América Latina está basado en términos de lo logrado en acuerdos comerciales y económicos como lo expresa en su admiración por la Alianza del Pacífico, aunque esos acuerdos comerciales solo tengan en cuenta lo que pueden lograr los agentes de la economía y no los intereses de los países participantes.
Sin embargo, podemos ver una serie de avances muy importantes logrados por varios de los organismos que para él mismo revisten menor importancia, en cuanto a lo que se refiere al respeto de la soberanía económica y política de los países que los componen, en cuanto a la autodeterminación de los pueblos y en cuanto al respeto de las instituciones de los mismos. Un caso importante por poner un ejemplo fue la suspensión de Paraguay del Mercosur por el golpe institucional que produjo un poder sobre otro. Lo mismo sucedió con el apoyo incondicional de la Unasur al presidente del Ecuador ante el intento de derrocamiento del mismo, solo por mencionar algunos.
Creo que este es el marco en el cual se debe avanzar en la unidad latinoamericana, porque en el marco económico podemos ver lo que sucede con la Unión Europea donde los países centrales dominan la escena en detrimento de los otros.
La realidad económica de cada país de América Latina es muy distinta a la del otro y si bien se puede avanzar en algunos acuerdos de cooperación entre los países integrantes es una utopía pensar en una economía en común.
Yo diría que en lugar de hablar de una América Latina invertebrada, hablaría de una América Latina fracturada. Fracturada en el seno de cada sociedad de los países que la componen. Fracturada entre la mayor parte de la oligarquía que la compone y que solo vela por sus intereses personales sin importarle en lo más mínimo lo que le suceda ya no a América Latina sino a su propio país y un pueblo que espera de sus dirigentes poder ascender a niveles de vida más dignos y que apuesta al crecimiento colectivo de su país.
A esto último apuestan la mayoría de los países del Atlántico, falta mucho por hacer pero hacia eso se apunta, ahora habría que ver si los países del Pacífico seguirán la línea por la cual transitan o si se alinearan con los del Atlántico.


viernes, 1 de noviembre de 2013

No Pudieron




No pudieron, no pueden, no podrán;


No tuvieron, no tienen, ni tendrán

tu capacidad.

 

No la practicaron, ni la practican, ni  la practicarán

tu sensibilidad.

 

No conocieron, no conocen, ni conocerán

lo que es un precepto.

 

Abandonaron, abandonan, abandonaran

Sus conceptos.

 

Desconocieron, desconocen, desconocerán

la justicia.

 

Solo supieron, solo saben, solo sabrán

de la codicia.

 

Los sublevó, los subleva, los sublevará

tu lucha por la equidad.

 

Los movió, los mueve y los moverá

sus intereses, su servilidad.

 

No les interesó, no les interesa, no los interesará

la libertad.

 

Les molestó, les molesta, les molestará

tu éxito.

 

Les jodió, les jode, les joderá

tu crédito,

 

con el pueblo claro está

y también con la realidad.

 

Y como si fuera poco, los ofuscó, los ofusca y los ofuscará

tu verdad.

 

En definitiva, no hay aspirina que cure su mal

llamado Cristina, que por siempre en su pueblo vivirá

y ellos del vaivén de la bolsa y de sus herederos  no pasarán.

 

No pudieron, no pueden, no podrán

borrar el cariño de tu pueblo, de tu gente,

que eso les quede claro, jamás sucederá.

 



viernes, 4 de octubre de 2013

Asuncion de Nestor Kirchner a la Presidencia de la Nacion



Hagamos un ejercicio de memoria.... escuchemos sus palabras... repasemos sus actos

martes, 1 de octubre de 2013

Carta Abierta a los argentinos


A menos de un mes de la elección de representantes quiero dirigirme a mis compatriotas a fin de llamarlos a la reflexión, porque de una elección concienzuda depende el futuro de todos nosotros.

Yo sé que de estas elecciones no depende directamente nuestro futuro inmediato, pero también soy consciente que para que el rumbo económico y político que tenemos en este momento no se tuerza necesitamos la mayor adhesión al mismo.

Lo primero que les pido es memoria. Todos sin excepción deberíamos de hacer un ejercicio de analizar como estábamos antes de que llegara Néstor y cómo estamos ahora (y no me refiero solamente a nivel individual, porque seguramente habrá quien estuviese mejor o igual que ahora, sino a nivel general. Que miremos en nuestro entorno, nuestra familia, nuestros amigos, nuestro barrio y por último nuestro país).

Seguramente llegarán a la conclusión que estamos muchísimo mejor. Con mucho más trabajo, con más acceso de toda la comunidad a bienes que eran impensados para sectores bajos y medios de nuestra sociedad.

Se encontrarán también con un país con un empuje industrializador como el que no ha habido en muchas décadas. Con un avance tecnológico que nos debería llenar de orgullo, dado que en muchas ramas estamos a la altura de los países altamente tecnologizados.

Por otro lado a nivel soberanía y a nivel inserción en el mundo, deberíamos de sentirnos orgullosos de pertenecer a un país que no agacha la cabeza y acepta mansamente las resoluciones de los países centrales y que a la vez no adopta los dobles estándares que los mismos tienen y se los hace saber.

Pero dejemos de lado los aspectos de todo lo logrado en materia económica, en materia de derechos humanos, de política internacional y de inserción en el mundo que todos Uds. podrán encontrar fácilmente haciendo en unos casos ejercicio de la memoria y buscando datos en este blog, en otros blogs, en diarios y revistas, en cualquier página oficial, de organismos afines al gobierno y de los no tan afines al mismo como las del FMI que aseveran como dato real que la clase media pasó de ser el 26% de la población en el 2003 a ser en la actualidad el 54% de la misma y centrémonos en dos de los aspectos que más se le achacan a este gobierno.

El primer aspecto que al igual que el segundo fue hábilmente instalado por la prensa es la corrupción. Corrupción que vale la pena señalar, en el 99% de los casos jamás ha sido comprobada por la justicia e incluso han sido sobreseídos los acusados por falta de mérito.

Y este tema es el que más ha prendido en la gente. Y cabe hacerse la pregunta de porque? Será porque el ser humano es corrupto en su esencia?

Porque en muchos casos la gente que más se queja sobre el tema es la que comete a diario actos de corrupción.

Sin excepción de clases la mayoría de los seres humanos no estamos exentos de cometer actos de corrupción. Es tan corrupto aquel que se vale de los erarios públicos, como los que evaden impuestos, como el jefe de compras de una empresa que pide comisiones para comprar determinado producto, como el que pide una factura por mayor importe del efectivamente abonado para rendir viáticos, como el que  especula con divisas sean estas uno o millones de dólares, como los que no dudan en declarar sus terrenos como baldíos aun cuando sobre los mismos exista una edificación de millones de pesos, como los que se llevan una herramienta de sus lugares de trabajo, como los que trabajan con una productividad menor a la que sus capacidades le permiten hacerlo.

Que es lo que nos molesta entonces? Será que lo que nos molesta es que otros sean corruptos más exitosos y logren mejores resultados económicos que nosotros por sus actos de corrupción?

Traicionar nuestros principios es un acto de corrupción y quisiera saber quién puede ser fiel a ellos en un 100% a lo largo de su vida.

Yo creo que efectivamente el problema es que nos molesta que alguien pueda tener éxito en su gestión y en su vida personal. Nos molesta el éxito ajeno y es por eso que ante la menor denuncia de corrupción sobre quienes tienen éxito ni siquiera nos preocupamos en saber si esas denuncias tienen algún asidero en la realidad.

El segundo de los aspectos es el referido a la soberbia. Se habla alegremente de la soberbia de muchos de los dirigentes de este gobierno y realmente me interesaría saber dónde pueden ver esa soberbia? Estoy absolutamente seguro que este gobierno como ningún otro ha permitido las calumnias, las injurias, las afrentas. Entonces?

Entonces, creo que lo que no soportamos es la verdad. La verdad dicha sin tapujos, sin vueltas. Nos molesta la verdad, sobre todo cuando esa verdad se refiere a nuestros defectos, a nuestras debilidades y a nuestra credibilidad.

Por lo que oigo en la calle muchas personas prefieren la mano dura, el silencio obligado, la adhesión por la fuerza que la verdad.

Por eso los insto a que realmente hagan un ejercicio de memoria y sobre todo de conciencia. A las clases bajas que piensen realmente quien les ha dado una mejora en su nivel de vida, ya sea mediante la creación de miles de puestos de trabajo o mediante políticas de inclusión que no dependen o dependerán de su adhesión o no a  políticas del gobierno en turno. A la clase media a que analicen quien los ha afianzado en la misma o los ha llevado a pertenecer a ella. A la industria que analice cuando ha tenido estos niveles de productividad y de ventas como los logrados actualmente. A la clase alta en general que piense concienzudamente que el que con este gobierno se haya disminuido la brecha entre los más ricos y los más pobres le puede dar un nivel de seguridad y de tranquilidad mayor mientras siguen creciendo pero a un ritmo más armonioso con el conjunto del país.

Porque ya lo dijo la presidenta en la ONU, la desocupación y la marginalidad crean las condiciones para la mano de obra barata para el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Por todo esto insto a todos a hacer un análisis profundo antes de emitir su voto, a dejar de lado la envidia y a aceptar nuestras flaquezas y a construir una Argentina pujante con cada vez mayor capital puesto al servicio de la producción, de la enseñanza, de la tecnología, de la producción agropecuaria, con una creciente demanda de mano de obra y con una mayor equidad para no dejar de sentirnos de ser Orgullosamente Argentinos.

De nosotros depende!

sábado, 31 de agosto de 2013

Sobre deficiencias comunicacionales y ciclos inconclusos



Ayer vi un comentario en el blog de Gerardo Fernández  de Linus que define muy bien al Kirschnerismo teniendo en cuenta que según su punto de vista en esta época política es gestionar economía. Según esto último el Kirschnerismo es inversión en gasto público para generación de mercado interno. Y agrega luego: “En esta definición política-económica, el gasto público lubrica y alimenta la maquinaria económica, si hay merma en el gasto público la maquinaria de resiente, cruje y deja de funcionar. ¿Qué problema está teniendo esta política económica? La misma que ha tenido históricamente la Argentina y las grandes potencias a partir de la desregulación económica de fines de los 70', la fuga de divisas y la estafa del mercado financiero. La ganancia producida por esta maquinaria económica se fuga, no realimenta la misma. FIN DE LA HISTORIA. Si no solucionas ese problema, estas frito, es como querer llegar a La plata con un buraco en el tanque de nafta, IMPOSIBLE.”

 

Yo diría que el gran problema se produce cuando en este esquema de gestionar economía la producción se concentra en pocas manos, sobre todo en sectores estratégicos de la economía (como la alimentación), porque entonces la generación de demanda que produce este esquema de inversión en gasto público se ve absorbida por este sector de la producción elevando los precios para maximizar la ganancia sin dedicar un solo centavo a la inversión (al menos a la inversión dentro de nuestro país). Es en ese momento cuando la generación de excedentes pasa al sector clandestino de la especulación y la timba financiera del que habla linus.

Es ahí entonces donde tiene que atacar este gobierno, no poniendo nada más que freno a la fuga de capitales vía el fácil acceso al mercado de divisas, porque ya sabemos que de todas formas ese excedente va a llegar al circuito de la especulación y es ahí que faltaron y faltan las medidas que contrarresten la psicología del ser humano y por ende de las sociedades compuestas por el mismo que nos dicta que cuando estamos en una condición de harta satisfacción económica para qué vamos a iniciar nuevos procesos en los que tengamos que poner en juego trabajo e incertidumbre. Es más fácil sentarse a especular.

En este aspecto es donde yo propongo que la producción en esos sectores estratégicos de la economía se atomice en varias manos con un control del estado sobre la estructura de precios (proposiciones a las que hice referencia acá y aquí) pero leyendo ayer a Linus también se me ocurre otra propuesta. Una propuesta más acorde al sistema capitalista, una propuesta menos traumática para los que detentan el poder económico real del país.

En que consiste esa propuesta? A ver, vamos a definir un modelo de país que queremos. El del sistema de inversión en gasto público para generación de mercado interno y para completar el esquema el de inversión del sector privado para seguir expandiendo mercado interno y para ganar mercados externos.

Pero esto no se consigue solamente con voluntarismo como dice Linus, al pueblo se le conquista con la billetera y esto mismo vale para la industria.

¿Que podría hacer el gobierno en consecuencia para conquistar la billetera del industrial?

Se me ocurre proponerle al industrial que cada peso que invierta en nuevas industrias será gravado con la mitad de la tasa del impuesto a las ganancias, que los gobiernos provinciales hagan su esfuerzo también y que a cada nueva industria radicada en sus territorios se la grave con la mitad de la tasa del impuesto inmobiliario que le correspondería abonar.

Muchos dirán pero si el mercado se satura, si ya se alcanza el techo de demanda interna?

A eso le contesto con que el techo de consumo nunca se acaba. Sí algo tuvo de acierto este sistema económico fue interpretar acabadamente la psicología del individuo que siempre está buscando algo nuevo que le permita sentirse un poco menos insignificante.

Por eso el techo del consumismo es infinito, pueden ser finitas sus necesidades de alimentación, pero el techo en general es infinito; solo hay que saber que ofrecerle y veremos que su espíritu consumista jamás será satisfecho.

Por otro lado se me ocurre ofrecerle al industrial que cada peso que exporte será gravado con una tasa mínima de retención o impuesto a las ganancias. Simplemente bastará con esa mínima tasa y con la creación de nuevos puestos de trabajo para generar mercado interno agregado.

En definitiva proponerle al industrial: “Vos me satisfaces el mercado interno, reinvertís tus utilidades y yo acompaño cobrándote menos impuestos y generamos entre los dos más mercado, para que sigas acumulando capital”.

En definitiva crezcamos todos, crezcamos como nación, si no hacemos esto el camino que queda es la regulación del mercado y la desregulación de los monopolios.

Pero hablarle también al corazón de su billetera, enseñarle que si especula solo tendrá papeles pintados que servirán para generar más papeles pintados que a la larga servirán para compran la misma cantidad de bienes que compraban antes de generar más papeles pintados y que en cambio sí invierten en producción tendrán bienes tangibles que servirán para conseguir más bienes tangibles.

Es cierto lo que dice Linus que no se supo comunicarle a la gente, que no se le hizo ver por qué tienen el bolsillo más lleno, que no se le explicó que es ésto o el viejo modelo que tuvimos hasta antes de ésto.

Es absolutamente cierto, pero también es verdadero que faltó profundizar el modelo, profundizarlo haciendo que el gobierno intervenga cada vez más en la economía o profundizarlo seduciendo al mercado haciéndolo cada vez más productivo y competitivo para que el consumo lo siga retroalimentando.

Nos quedamos en la mitad, es hora de profundizarlo, de hablarle a la gente con la verdad tomemos el camino que tomemos y ahí si explicarle lo más claramente posible que es esto o el abismo. Que esto es en pro de sus bolsillos, que quien les ofrezca otra cosa los está estafando y tarde o temprano  terminará saqueando sus bolsillos. Explicarles todo esto en palabras claras.

Hacerle saber a la gente que el cuco no es un gobierno regulador de la economía o un capitalismo nacional, que el cuco es la especulación financiera.

Si no existe un buen comunicador en el staff, salir a buscarlo. Pero antes de nada, debemos de redondear el ciclo definiendo medidas para que este sistema de gasto público-consumo pueda funcionar a largo plazo.

lunes, 27 de mayo de 2013

La Soberanía Alimentaria hace a un pueblo independiente



Después de mucho tiempo vuelvo a postear y lo hago con un tema que considero trascendental para un país. Lo hago en un momento en que el gobierno ha decidido ponerle precio a 500 productos de la canasta básica, medida que puede ser acertada cuando se hace por un corto período de tiempo, dado que cuando la misma se prolonga, puede llegar a crear desabastecimiento, como estamos viendo sucede en los últimos días en Venezuela.


Por otro lado soy consciente de que hay tomar medidas de control sobre el precio de los alimentos, sobre todo cuando en el mercado existen empresas que ejercen su posición dominante sobre el mercado ejerciendo practicas oligopólicas, como es el caso de nuestro país. Empresas que ante una mejoría en el poder adquisitivo del consumidor no dudan un instante en elevar sus precios hasta el límite que tolera el mercado, generando inflación que solo se basa en la maximización de sus utilidades a niveles de rentabilidad que no se condicen con las que obtendrían en cualquier otra parte del planeta.

Sobre una de las alternativas que propongo para regular el mercado desde la iniciativa privada he desarrollado el tema acá y solo le agregaría a lo expuesto la prohibición de la enajenación de las empresas promovidas por un lapso de tiempo no inferior a 20 años, para evitar la anexión de las mismas a las empresas que ejercen posición dominante en el mercado.

A esa alternativa le agregaría concomitantemente otra proveniente del Estado, la cual paso a desarrollar:

Existen en el país 19 universidades nacionales que ofrecen carreras vinculadas a la Tecnología de los Alimentos. Universidades que están radicadas federalmente en todo el territorio nacional (Ciudad de Buenos Aires, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, dos en la ciudad de Santa Fe, Rosario, La Plata, Lanús, Luján, Tandil, Azul, Olavarría, Mar del Plata, Junín y Misiones).

Sería importantísimo dotar a las mismas por parte del Estado de la infraestructura necesaria para que funcione en cada una de ellas al menos una industria dedicada al sector, donde los estudiantes desarrollarían el marco practico de sus carreras que hoy en día solo pueden hacer en la empresa privada mediante pasantías que jamás alcanzan a cubrir la totalidad del alumnado. Estas pasantías permitirían aplicar al sector tecnología de punta y a la vez desarrollar un mercado alternativo de productos en el ámbito de un territorio federal a un precio que incluya una rentabilidad razonable con mercaderías de elevada calidad y salubridad controlada.

Lo que quiero dejar claro es que estas industrias anexadas a las Universidades deben ser manejadas como una empresa privada en la que el fin de las mismas sea obtener una rentabilidad razonable. Con esto contribuirían no solo a regular el precio del mercado, sino a la financiación de la universidad.

Cabe destacar que no solo se vería beneficiado el alumnado de dicha carrera, sino que también se beneficiaría el alumnado de las carreras de administración, de economía, de ingeniería y de abogacía que podrían realizar pasantías desarrollando tareas de auditoría, de control, de asesoramiento jurídico, de asesoramiento técnico, etc.

A la vez si la auditoría esta ejercida por el alumnado, el cual va a tener un corto período de pasantía en la misma, eliminaría el factor de corrupción y sospechas de corrupción. Por supuesto que esto requiere muchas medidas de implementación para que así suceda, pero lo que quiero dejar definido es el lineamiento general y el fin perseguido que es la eliminación de la corrupción.



Cabe acotar, en este sentido, que en la alternativa de iniciativa privada que propongo también se tiende a acotar ese factor de corrupción dado que el financiamiento propuesto se haría a pequeñas cooperativas y pymes y al ser pequeños negocios el margen de corrupción que pueda desarrollarse quedaría acotado.

Por último, todo esto debería ser complementado por el Estado con una gran campaña de educación en materia de consumo a la población, porque todos sabemos lo que puede una publicidad en nuestros hábitos de consumo y solo con información masiva sobre el tema dejaremos de comprar marcas líderes que muchas veces pueden ser de la misma y hasta de menor calidad que otras que irrumpen en el mercado. Debería de informar acerca de cuáles cosas deberíamos de fijarnos al comprar tal o cual producto.

Soy consciente que lo propuesto requiere una gran inversión en financiamiento de parte del Estado y que esta inversión restaría fondos a otros proyectos que también los necesitan, pero modestamente desde mi punto de vista, hay que comenzar ya a tomar medidas que conlleven a la soberanía alimentaria del país. Y veo a la soberanía alimentaria no solo como al autoabastecimiento en la materia, sino como el derecho de todos y cada uno de los habitantes del país a acceder a alimentos de calidad a precios justos y accesibles. Porque como dijo nuestra presidenta LA PATRIA ES EL OTRO y solamente será soberana la PATRIA cuando cada uno de los que la componemos podamos ejercer esa SOBERANIA.