domingo, 27 de noviembre de 2011

Eliminación de subsidios, posición dominante y profundización del modelo



Hoy después de más de un año de haber escrito este post y luego de haber ido al supermercado y haberme indignado con los precios de las bebidas gaseosas vuelvo con el tema de atacar la posición dominante que tienen ciertas empresas en el mercado.

Porque me indigne con los precios de las bebidas gaseosas? Porque recorriendo las góndolas de un supermercado de primera línea al que acudo cada cierto lapso de tiempo me encuentro con que la Pepsi Cola de 2,25 litros que normalmente desde hace ya un par de meses oscilaba entre los 10,20 y los 10,50 había descendido a $ 6,24. Igual decremento en los precios se podía encontrar en la marca competidora por excelencia.
En ese momento me pregunte cual era el porcentaje de ganancia de esas empresas? De un primer análisis a la ligera encontrándome en el mismo supermercado llegue a la conclusión que si aún hoy con esta promoción vigente no ganaran un solo peso, en días anteriores estaban facturando con un margen del 63,46% de ganancia, porcentaje creo inencontrable en ninguna otra parte del mundo. Pero un análisis un poco más profundo realizado cuando llegue tranquilo a mi casa hizo que me diese cuenta que este porcentaje era mayor aún. Porque digo esto? Porque en el día de hoy en dicho supermercado había un descuento del 15% si se abonaba con cualquier tarjeta de crédito, entonces el precio efectivo en dicho producto era de $ 5,30 y suponiendo que en los días anteriores hubiese el mismo descuento con tarjeta de crédito entonces el precio anterior efectivo sería de $ 8,70 por lo cual el margen de ganancia en el supuesto que en este momento se esté vendiendo al costo sería del 64,15%.
Al margen del tema y a propósito del descuento que hacen la mayoría de los supermercados si se abona con tarjeta de crédito es injusto, el hecho del costo financiero que indirectamente tienen que pagar los que menos tienen, por el hecho de que al no poder acceder a una tarjeta de crédito terminan pagando un 15% más. Suponiendo un sueldo de 4000 pesos, una persona que gaste unos 2000 en alimentos está recibiendo 250$ menos que quien posee una tarjeta de crédito.

Volviendo al tema central del post es indignante el porcentaje de ganancia con el que venden sus productos la mayoría de las empresas alimenticias que tienen una posición dominante en el mercado, superior hasta tres veces a las que las mismas tienen en cualquier otro país del planeta. Considerando asimismo que dichas empresas no tienen una tasa de reinversión acorde a sus ganancias en el país, es dable que el gobierno debería actuar para corregir esta situación y a tal fin se me ocurre que se debería de obrar de acuerdo a una de las propuestas que puntualice en el post de referencia, la cual vuelvo a explicitar a continuación:

Dado que se van a quitar unas serie de subsidios a los servicios buscando entre otras cosas reducir el gasto público y a la vez aminorar el crecimiento de la economía, no sería posible dedicar los fondos que con esto se ahorre al fomento de las cooperativas, las pequeñas y medianas empresas que sobretodo se dediquen al rubro alimenticio mediante la entrega de créditos blandos a largo plazo y con algún tipo de subvención impositiva y/o previsional durante los primeros años para que puedan tornarse competitivas?. Claro que para acceder a ese fomento dichas empresas deberían cumplir determinadas condiciones para proseguir en sus actividades, como la presentación periódica de una estructura de costos y una tasa de ganancia sobre sus productos acorde a la que es normal en otros países del mundo. Otras de las condiciones para acceder a dicho fomento seria radicarse en las cercanías de los centros productores o de los lugares que tienen mayor tasa de desempleo, que ocupasen mano de obra proveniente de los sectores de la juventud, preparándolas y capacitándolas.

Y todas estas condiciones serían absolutamente viables, dado que el que da tiene derecho a poner condiciones sin el pataleo del que recibe. No se podría argumentar que se está condicionando el mercado, porque lo que realmente se condiciona es el crédito.

En el momento de escribir aquel post dije que para esto necesitábamos el apoyo masivo de la gente en las urnas. Hoy ese apoyo está.  No hay excusas y si lo que se quiere es frenar la inflación y reducir el gasto público, mediante el control que se ejercería sobre los precios en estas empresas estaríamos poniendo precios referenciales a esas empresas que hasta hoy ejercen su posición dominante y por ende frenando la inflación. Por otro lado reduciríamos el gasto público que pasaría de gasto a inversión. Finalmente por otro lado lejos de enfriar la economía continuaríamos acelerando el crecimiento, sin dejar de lado una de las premisas que tantos buenos resultados nos trajo hasta ahora.


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