No hubiese sido necesario para un análisis sobre el tema,
pero por esas casualidades de la vida me ha tocado entablar amistad con
personas Venezolanas que viven en estos momentos en su país. Personas adeptas
al gobierno y también opositoras. Por suerte y quizás también por eso de que
uno elige a sus amigos, todas son personas equilibradas y con una conciencia
pacifista y al mismo tiempo patriótica. De uno y otro lado coinciden en dos
puntos básicos: a) Condenan y repudian los actos de violencia que se llevan a
cabo en estos días en Venezuela, señalando que en todos los casos los actos de
violencia provienen de los manifestantes de derecha, los que a excepción del
primer día, ya no son estudiantes sino personas de mayor edad que cuentan con
motos de alta cilindrada costosísimas para movilizarse. b) Sienten una profunda
indignación por las directivas que le enviaron funcionarios de la Embajada de
EE.UU. a su presidente con el fin de que entrara en dialogo con la oposición,
que liberara a todos los detenidos, y que dejara sin efecto la orden de
detención que pesa sobre el líder opositor Leopoldo López. La indignación no es
por el llamado a diálogo con la oposición (cosa que Maduro viene haciendo desde
hace tiempo) sino por dar directivas en su política interior. (ver http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-240012-2014-02-17.html).
Dicho esto, quiero entrar de lleno a un análisis sobre los
hechos que vienen aconteciendo en Venezuela desde el último 12 de febrero.
Desde mi punto de vista la cosa es bien simple y está relacionada con los
hechos que han venido sucediendo en los últimos tiempos en Brasil y Argentina
(protestas violentas en el primero e intento de golpe económico en el segundo)-
No creo que esos casos estén aislados unos de otros sino que se dan en un plan
orquestado desde las grandes potencias que ven amenazados sus intereses por la
decisión de muchos países de Latinoamérica de ser económicamente soberanos.
Esto amenaza sus intereses y se aprovechan de las antinomias que en ellos se
han creado entre sectores y clases sociales que gracias a estas políticas han
ido emergiendo. Se aprovechan del hecho de que un alto porcentaje de la
oligarquía de los mismos carece por completo de sentido de pertenencia a un
país o nación, de que solo se rigen por la patria del bolsillo. Y
lamentablemente a esos sectores se les unen otros que por el tema que sea o por
la influencia de los medios de comunicación están enfrentados con el gobierno
en turno.
Todos ellos deberían de tener más cuidado, deberían pensar
fríamente, deberían ser conscientes de que el ceder espacio de poder hoy, para
ganar espacio económico inmediato puede que en el futuro les juegue en contra;
porque el ceder poder hace que otros crezcan mucho más que ellos y en el día de
mañana pasen a ser sus servidores incondicionales ya no por los favores
recibidos, sino porque su poder es inmensamente superior al de ellos.
Por qué digo esto?
Porque se puede ver desde que comenzó esta situación cómo los grandes
medios de comunicación han tergiversado los hechos o simplemente han dado una
mirada parcial de los hechos y han presentado una sola versión de los
acontecimientos, mostrando en muchos casos fotografías falsas que pertenecían a
disturbios registrados en otras épocas e incluso en lugares remotos del mundo
(algunas de las cuales muestro a continuación en el post.). Porque se han
sembrado las redes sociales con fotos trucadas o pertenecientes a otros eventos,
y porque fuera de Venezuela muchas veces no se pueden ver los canales en manos
del Estado o afines al mismo, al menos no en un sus links normales y en muchos
casos se debe de recurrir al portal del Sistema Bolivariano de Comunicación e
Información ( www.sibci.gob.ve ). Esto sucede al menos en países como México,
España, Italia, y en innumerables ocasiones también en Argentina. Se han podido
registrar mensajes de twitter en los cuales la parlamentaria María Corina Machado
expresa que se regocijaría en el caso de una invasión de EEUU a Venezuela;
hasta llegar al hecho mencionado ayer por el presidente Maduro sobre la injerencia de EEUU para que libere a
determinadas personas, que de ser cierto es una seria intromisión en asuntos
internos de ese país y una velada amenaza a sus dirigentes. Y con la amenaza a
los dirigentes está la amenaza a los intereses de una nación libre y soberana.
Por eso hoy debemos tener cuidado, porque el caso de
Venezuela a mi entender es un caso de testeo sobre el resto de Latinoamérica y
hoy más que nunca por sobre las antinomias políticas y los intereses económicos
debemos estar unidos en cada uno de nuestros países y ofrecer un apoyo
irrestricto al pueblo de Venezuela.
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